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Rubén Castillero es el actual Míster España. A pesar de ser de Santa Isabel, el joven modelo tiene mucha relación con nuestro barrio, ya que estudió en el colegio Hijas de Jesús y jugó a waterpolo en Maristas. Para conseguir ganar el certamen que le proclama como “guapo oficial”, el modelo bilbaíno tuvo que superar los prejuicios que hasta ahora había en este tipo de concursos con el tema de los tatuajes. En esta entrevista, Rubén nos cuenta cómo está viviendo la experiencia de ser Míster España y de cómo prepara sus próximos compromisos.Leyendo entrevistas tuyas, he visto que no siempre tuviste el físico que tienes ahora…Así es. De pequeño era el típico chaval gordito hasta que, con 14 ó 15 años, me puse a jugar a waterpolo aquí en Maristas.
¿Llegaste a tener problemas en el colegio a causa de tu físico?Tanto como bullying no, pero sí tuve problemas porque, de vez en cuando, se reían de mí. La gente del colegio me ayudó mucho y después, cuando empecé a jugar a waterpolo y pegué el estirón, la gente ya no se reía.
¿Es importante para los chavales, por lo tanto, practicar algún deporte desde pequeños? Yo con el waterpolo cambié mucho, conocí a mucha gente, me hizo más extrovertido y me sirvió para abrirme; el juego de equipo es importante para aprender disciplina, a relacionarte con los demás y para entender el valor del compromiso con el equipo. El deporte, a mí me ha dado mucho y, sobre todo, para los chavales que tengan problemas de autoestima es super valioso poder entrar en un grupo.
¿Crees que, hoy en día, se le da demasiada importancia al físico en nuestra sociedad?Lamentablemente sí. Todo el mundo sigue la opinión generalizada de que alguien va a ser mejor por tener mejor físico. Es triste, pero para conseguir trabajo casi siempre van a tirar por una persona con mejor físico aunque esté menos preparada que otra con menos imagen. Hoy en día los chicos nos cuidamos casi más que las chicas porque hay que ir con una imagen casi perfecta, a veces por obligación y otras veces porque es lo que dicta esta sociedad.
¿Cómo decides presentarte a un certamen como el de Míster España?Yo estaba en una agencia que es First Models y me mandaron para probarme a un certamen que se celebra en Málaga, que es el de “Guapo de España” y, como hice buen concurso y les gustó, me dijeron para ir a Míster España. Tuve que prepararme bastante y perder peso y fui con ganas a Girona pero, a lo mejor, no tan mentalizado como he ido esta segunda vez porque, aunque fui con muchas ganas, ahora me veo como más acabado e igual influyó demasiado el tema de los tatuajes. Este año recibí un mensaje antes de ir animándome a demostrar quién era y que lo de los tatuajes es parte de mí. El primer año iba más cohibido e iba con una persona de la delegación que me presionaba bastante y este, en cambio, no podía ir con más cosas en contra: iba solo, sin delegación, con los tatuajes, que es romper una barrera de imagen, que es algo muy complicado y además tenía a mi lado unos finalistas que…¡tela! Así que llegar con todo en contra y llevármelo fue la hostia.
¿Cuál piensas que pudo ser la diferencia que hizo que este año ganaras y el anterior no?El cambio fue de un año a otro, aprendí mucho de mis errores y maduré de mi experiencia en Barcelona. El primer año fui como País Vasco y quedé sexto y este año renunció la delegación y me llamó el organizador de Míster España para decirme a ver si quería ir como BIzkaia y, con lo difícil que es tener una segunda oportunidad como esta, la aproveché y al dueño de míster España siempre le vacilo y le digo “La he liado petarda ¿eh? Todo el mundo por Bilbao hablando de mí, tú cagándote en todo…” (risas) porque, al final, yo no soy el prototipo de Míster España. Aparte de esto, yo no soy alguien que haga un papel y me encanta hablar con todo el mundo y conocer gente, así que me hacía ver mucho. Pienso que hubo un cambio importantísimo de mentalidad y de actitud de un año a otro y, de hecho, todo el mundo me recuerda lo tranquilo que estaba el día de la gala cuando todos estaban super nerviosos.
Supongo que será un orgullo para ti haber sido el primer Míster España tatuado, algo que significa un antes y un después en el certamen…Yo creo que los tatuajes marcan personalidad en la gente, y sólo con ver una persona tatuada sabes quién tiene personalidad y quien no y, en mi caso, todos los que llevo dicen algo de mí y tienen algún significado. Para mí es un orgullo haber colaborado en ese cambio; yo lo que siempre he querido, desde que jugaba al waterpolo, era dejar mi nombre escrito y después de tener una lesión que me obligó a dejarlo, ha sido muy importante ganar. Porque yo tenía claro que, si no me salía bien, lo dejaba, me dedicaba a lo mío y me centraba en el tema del rescate que es lo que más me gusta, y en mi trabajo como encargado de animación e imagen en el Backstage.
¿Es dura la vida de un modelo?Este año tengo las miras puestas en la gala de febrero, en el certamen de Mister internacional y tengo que organizar todo: pruebas de vestuario, mejorar el inglés…luego está el tema del entrenamiento y de cuidar la alimentación, porque tienes que controlarte mucho ya que en cualquier momento te pueden decir para hacer una sesión fotográfica o asistir a un evento y, a nada que te pases un poco, tienes que hacer un esfuerzo tremendo para recuperarlo.
¿Vas con muchas esperanzas al certamen de Mister International?
Voy con mucho ánimo a demostrar y a decir “aquí estoy yo y, si he ganado en Mister España ¿por qué no voy a ganar aquí?”. Pero luego, todo depende del jurado y de cómo salgan las cosas porque todos somos muy diferentes. Y eso es muy importante en todo pero, sobre todo, en esto porque yo tengo un perfil muy marcado y al que hay que seguir mucho. Lo mejor es la gente que vas conociendo en este mundillo porque, como siempre le digo a mi madre, hay que tener el número hasta del diablo, mejor amigos que enemigos.
Como bien has dicho, jugaste a waterpolo y también estudiaste en el colegio Hijas de Jesús, ¿qué recuerdos tienes del barrio?Aunque yo soy de Santa Isabel, mi abuela es de Santutxu y, como estudié en Hijas de Jesús y he jugado en Maristas, he pasado mucho tiempo por aquí con los amigos que tengo del barrio., he pasado muchas horas en Iturribide y siempre voy a tener mucho cariño al club, aunque ya no exista y qué decir de mi colegio… allí he pasado toda mi vida, porque tengo 24 años recién cumplidos y no hace tanto que salí y siempre que puedo intento subir, por lo menos, una vez al año a saludar y a estar con la gente. Está muy que los chavales te conozcan, ese es un precio que me gusta pagar, me gusta agradar a la gente y ¡qué menos que poner una sonrisa a las personas que se quieren sacar fotos contigo! hay gente que, en ese aspecto, es poco agradecida.
Para terminar, ¿cómo te planteas tu futuro?Mi vocación es todo el tema de rescate y no descarto hacer algún día una oposición, pero ahora no es mi momento, ahora es el momento de aprovechar esto porque tengo muchas puertas abiertas y muchas posibilidades de hacer cosas. Mi idea es pasar fuera el año que viene para meter experiencias en la mochila, sabiendo lo que no tengo que hacer después de cagarla en Barcelona. Ya les he dicho a los de la agencia que, si ellos quieren llevarme, yo quiero salir fuera, pero que si no quieren, yo me voy a ir igualmente con mi book y mi jeta.