......El neurocientífico británico Anil Seth propone que nuestra vida consciente está dominada por percepciones inconscientes, y que estas tienen el carácter de que lo que experimentamos lo experimentamos como si realmente fuesen así
Alucinar: "Tener (una persona) alucinaciones o percepciones exteriores inexistentes que considera como reales", dice la Real Academia Española. Pero, ¿qué es lo real? Según la misma institución: "que tiene existencia objetiva". Y entonces, ¿qué es lo objetivo? "Qué existe realmente, fuera del sujeto que lo conoce", señala. Apelamos a estos conceptos constantemente a lo largo de nuestro día a día, como si nos hubiéramos apropiado de nuestro propio vértigo ante la existencia. Desde el “alucina, vecina” de hace décadas al "real que" de los 'centenials', resulta en un amago de normalización una cuestión tan dispar como es la propia forma en que las personas observan, ven, sienten, existen. Porque, ¿cuál es la manera correcta de percibir las cosas?
A lo largo de los siglos, la sociedad ha ido categorizando el acto de vivir y lo que conlleve, en la actualidad esas categorías ayudan o generan debate, algunas obsoletas, su crítica no solo desmonta la palabra, sino también todo el sistema de palabras que la prosiguen, las categorías son arbitrariedades que señalan el azar.
Un mundo de influencias
En esta línea de pensamiento se encuentra el neurocientífico británico Anil Seth, quien propone que nuestra vida consciente está dominada por percepciones inconscientes, y que estas tienen el carácter de que lo que experimentamos lo experimentamos como si realmente fuesen así. Lo que sugiere Seth es que incluso "lo real" (lo que la sociedad percibe y la forma en que lo percibe) también es producto de alucinaciones, aunque de otro tipo.
Para empezar, el proceso de categorización del mundo va de la mano de las influencias de unas personas sobre otras, de la conformación de la jerarquía social, de grupos de personas que determinan las normas.
La vida bizarra
Seth habla de alucinaciones en un sentido filosófico y el ejemplo más claro de ello es la imaginación. No hace falta que imagines lo más bizarro, basta con que pienses que dentro de una caja hay libros si te han dicho que es lo que hay. No los has visto, pero los imaginas. La mente funciona igual en otras situaciones que delatan que la realidad está al margen de lo establecido. "Lo que llamamos 'realidad' son alucinaciones que asumimos como reales porque todos tendemos a percibirlas de la misma manera" En palabras de Seth: "lo que llamamos 'realidad' son alucinaciones que asumimos como reales porque todos tendemos a percibirlas de la misma manera". Prueba de ello es que el cerebro está constantemente tratando de dar sentido a lo que vemos o sentimos de alguna otra forma, en definitiva, de descifrar un entorno inconstante y repentino, lo que demuestra que el cerebro humano no tiene un acceso directo a lo que alguna vez optaron por denominar "realidad".
En realidad, nunca mejor dicho, el cerebro toma las señales sensoriales del mundo y las combina con experiencias previas para darle sentido al funcionamiento del mundo, es un ejercicio de memoria, pero también de elocuencia. Esto es alucinar. Entonces, ¿qué pasa con las percepciones de quienes no coinciden con las establecidas? ¿Significa que hay múltiples realidades, según la percepción de cada persona? Aquellos de "cada persona es un mundo". En el mundo personal de cada uno, esta pregunta crece sin que la ciencia ni la filosofía consigan una respuesta convincente.
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