Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz.
......Soñar puede ser una experiencia divertida o angustiante, pero es natural y necesaria para el organismo. Te contamos qué implicaciones tiene soñar mucho para tu salud.
Hay quienes opinan que dormir es una pérdida de tiempo, ya que al acostarse desconectan por completo de lo que ocurre hasta que suena el despertador a la mañana siguiente. En cambio, para otros, cada noche es una aventura y el amanecer trae el recuerdo de las historias más fascinantes, fantásticas e intensas que se han vivido en sueños. Vistas las diferencias entre las experiencias nocturnas de cada persona, cabe preguntarse si soñar mucho puede tener alguna repercusión en nuestra salud.
Es probable que quienes más se planteen esta cuestión sean aquellas personas que padecen pesadillas con frecuencia. Despertarse con una gran sensación de angustia no resulta nada reconfortante. Sin embargo, incluso quienes tienen sueños de contenido neutro o positivo suelen sentir que no descansan adecuadamente por haberse pasado la noche inmersos en esos mundos oníricos. Pero ¿qué hay de cierto en todo esto?
¿Por qué soñar mucho es más frecuente en unas personas que otras?
Generalmente hacemos una distinción entre quienes sueñan mucho y quienes rara vez tienen estas experiencias. Sin embargo, a menos que exista una patología severa, todas las personas sueñan cada noche; y no una, sino varias veces. En realidad, la diferencia radica en la capacidad de cada individuo para recordar esos sueños.
Así, podemos encontrar personas capaces de relatar cada día el contenido de sus ensoñaciones nocturnas y otras que apenas nunca pueden recordar lo que han soñado. Si te estás preguntando a qué se deben estas diferencias, existen diversas causas.
El momento del despertar tras soñar mucho
Este es un aspecto crucial a la hora de poder recordar los sueños. Tengamos en cuenta que, en el ser humano, cada ciclo completo de sueño tiene una duración de unos 100 minutos y atraviesa diversas fases (adormecimiento, sueño ligero, transición, sueño profundo y sueño REM). Así, cada noche realizamos unos cinco ciclos completos de sueño en nuestras horas de descanso.
Es principalmente durante la fase REM cuando tienen lugar los sueños más vívidos y complejos; y, si nos despertamos durante esta fase, nos resulta mucho más sencillo recordar lo soñado. A medida que nos alejamos de este momento, se vuelve más complicado recordarlo.
El contenido del sueño
Las pesadillas y los sueños muy vívidos e intensos se recuerdan con mayor frecuencia. Generalmente cuando tenemos sueños “irrelevantes” o con poca carga emocional estos se desvanecen fácilmente de nuestra mente.
De este modo, al despertar no los recordamos. En cambio, si son extravagantes, perturbadores o angustiantes, esa sensación perdura al despertar y es más fácil que el contenido del sueño siga presente y accesible a la memoria.
Personalidad
También parecen existir diferencias en cuanto a personalidad entre quienes recuerdan con frecuencia sus sueños y quienes no suelen hacerlo.
Así, los primeros suelen ser individuos más imaginativos y creativos, pero también más reflexivos y tendentes a la introspección. De algún modo, son personas que se encuentran más en contacto consigo mismas y con su inconsciente.
Características neurobiológicas
Uno de los hallazgos más interesantes revela que hay diferencias biológicas entre las personas que recuerdan sus sueños y las que no. Algunos estudios han encontrado que quienes suelen acordarse muestran una mayor actividad espontánea en la unión temporoparietal del cerebro. Esto implica que producen una mayor cantidad de sueños y que, además, son más propensos a recordarlos al despertar.
¿Es malo soñar mucho por la noche?
Para responder a la pregunta inicial tenemos que recordar que soñar es una función natural y necesaria para el organismo. Durante el sueño se producen importantes procesos de organización de la información y consolidación de la memoria. Por ende, soñar es muy beneficioso.
Si eres de quienes suelen recordar sus sueños, es probable que pases una buena cantidad de tiempo en fase REM y que tu sueño sea profundo y reparador. No obstante, tener la sensación de que sueñas mucho también puede indicar que:
Experimentas despertares frecuentes a lo largo de la noche, que te facilitan el recordar tus sueños pero pueden afectar seriamente a tu descanso.
Sufres pesadillas de forma regular, lo cual puede ser señal de un estado de estrés o incluso algún trastorno de ansiedad.
En definitiva, soñar mucho (o recordar mucho los sueños) no es negativo a menos que esto esté repercutiendo en tu calidad de vida. Si sientes que no descansas bien o que el contenido de tus sueños afecta a tu estado de ánimo durante el día, es importante que consultes con un profesional de la salud. Descartar alteraciones importantes y establecer una buena higiene del sueño puede ser necesario y beneficioso.
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