El poder terapéutico de la actividad física en la recuperación de traumas.
Los puntos clave
La actividad física puede ser una herramienta útil para recuperación de los sobrevivientes de traumas
Debido a los efectos duraderos del trauma, los sobrevivientes pueden carecer de acceso la actividad física
Estas barreras a la actividad física hacen que los enfoques basados en el trauma sean especialmente críticos
Todos sabemos que la actividad física es buena para nosotros. Podemos medirla en pasos, kilómetros o minutos, algunos con más precisión que otros. Incluso podemos intentar seguir las pautas descritas por organizaciones como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y la Asociación Estadounidense del Corazón, que indican que hacer ejercicio moderado durante 30 minutos, cinco días a la semana, es útil para mantenerse saludable.
La gente suele pensar en la actividad física como una herramienta para la salud física, pero es de esperar que muchos de ustedes también sepan que favorece la salud de todo el cuerpo y que los beneficios de la actividad física para la salud mental son tan importantes como los beneficios para la salud física. De hecho, innumerables estudios han demostrado el valor del ejercicio como medicina para tratar la depresión, la ansiedad y más. Un metanálisis del tratamiento con ejercicios para la depresión ha demostrado que las personas que realizan 30 minutos de ejercicio al menos moderado cinco días a la semana han experimentado beneficios similares a los de los medicamentos antidepresivos o la psicoterapia. Existe un respaldo similar para el tratamiento de la ansiedad.
He experimentado de primera mano los beneficios curativos de la actividad física y recurro regularmente al movimiento como una forma de desatascarme, equilibrar mi estado de ánimo o ayudar a sobrellevar el duelo cuando he perdido a un ser querido.
El apoyo al uso de la actividad física como herramienta de curación entre los supervivientes de traumas con trastorno de estrés postraumático (TEPT) crece. La mayoría de las investigaciones se centran en el ejercicio como complemento del tratamiento terapéutico del trauma. En concreto, una revisión sistemática y un metanálisis del ejercicio físico en el tratamiento del TEPT mostraron que una amplia gama de actividades físicas podría ser beneficiosa para reducir los síntomas del TEPT y que, en general, una mayor cantidad de ejercicio resultó en una mayor reducción de los síntomas. Esto sugiere que, para los médicos que tratan a pacientes con TEPT, fomentar la actividad física fuera de la sesión, además de otras recomendaciones de tratamiento, podría tener un efecto positivo significativo en los resultados. También hay apoyo a las intervenciones centradas en el cuerpo que incluyen la actividad física, como el yoga sensible al trauma.
Sin embargo, es importante reconocer que los sobrevivientes de traumas a menudo no tienen igual acceso a la participación en actividades físicas, en parte debido al trauma que han experimentado y las consecuencias duraderas (por ejemplo, violencia sexual o doméstica, ingresos limitados). Es posible que muchos pasen por alto las barreras a la actividad física (espacios seguros, equipos, etc.) o, cuando se detectan barreras, es posible que los sobrevivientes de traumas no se sientan alentados a practicar ejercicio como medicina. Se deben aumentar los esfuerzos para implementar prácticas informadas sobre el trauma dentro de este espacio. Eso puede significar ayudar a los no médicos a aprender sobre prácticas informadas sobre el trauma y realizar esfuerzos a nivel comunitario para apoyar de manera segura a los sobrevivientes de traumas.
La investigación dirigida por la Dra. Francine Darroch ha destacado esta necesidad y ofrece una posible solución a través de la actividad física informada sobre el trauma y la violencia (TVIPA por sus siglas en inglés), un enfoque de participación comunitaria que exige abordar los efectos interrelacionados de la violencia sistémica, estructural e interpersonal en el desarrollo, la implementación y la entrega de programas de actividad física. La TVIPA enfatiza la conciencia del trauma, la seguridad y la confiabilidad, la autonomía, la colaboración y la conexión, y un enfoque basado en las fortalezas.
La Dra. Michelle Pebole et al. también destacan las necesidades particulares de las mujeres que son sobrevivientes de traumas sexuales al considerar intervenciones de actividad física. Señalan que es necesario alejarse de las intervenciones de ejercicio “de talla única” y, en cambio, avanzar hacia estrategias reflexivas e informadas sobre el trauma para involucrar de manera efectiva a diferentes poblaciones de trauma en intervenciones de actividad física de bajo costo y bajo estigma. Esfuerzos como este seguirán impulsando la aguja en la dirección correcta, brindarán mejores formas de apoyo para que cualquier persona acceda de manera segura a los beneficios curativos del movimiento y agregarán una herramienta más a nuestra caja de herramientas de estrategias para promover el bienestar dentro de las comunidades expuestas al trauma.
https://www.psychologytoday.com/es/blog/sanar-en-movimiento