La joven de 18 años de edad deberá idear un proyecto de responsabilidad social que ejecutará próximamente cuando de regrese a Colombia
Iván Zambrano
Maydeliana Díaz siguió sonriendo en la gala del Miss Venezuela 2015 a pesar de que su nombre no figuró en el cuadro de las finalistas. Ese día Mariam Habach acaparó los titulares de la prensa al ganar el certamen.
Tres meses después de la noche tan linda es Maydeliana Díaz quien sale retratada en los medios de Colombia y Venezuela. La joven de 18 años de edad resaltó entre las 25 candidatas que asistieron al certamen organizado en la Feria de Manizales, que se llevó a cabo del 2 al 9 de enero en Colombia.
La reina saliente, la japonesa Yuri Uchida, fue la encargada de ceder el trono a la estudiante de Comunicación Social, que este año deberá congelar el semestre para cumplir con sus responsabilidades como soberana de la belleza.
—¿Qué fue lo que más se le dificultó en el concurso?
—No hubo nada difícil. Me sentí como en casa. Desde el mismo momento en el que pisé Colombia me metí en mi papel de reina. Durante esos diez días, mis compañeras y yo visitamos distintas entidades. Me encantaron las fincas en donde aprendimos cómo se procesaba el café. Antes de ir al concurso estudié mucho cómo hacer una buena taza de café, pero no es lo mismo cuando tienes la experiencia de sentir el aroma y la textura de los granos en bruto.
—¿Cuál fue su rival más fuerte?
—Mi mayor contrincante fueron mis nervios. Me traicionaban porque tengo problemas de concentración y suelo ser un poco dispersa; soy una muchacha de 18 años de edad. Me ayudó mucho el haber estado en una academia militar y el haberme propuesto rebajar 30 kilos antes de entrar en el Miss Venezuela. Aprendí que la clave de todo está en la disciplina y en mantener el foco.
—¿Cómo era el clima entre las compañeras? ¿Con todas se la llevaba bien?
—Sentí que eran como unas hermanas. Me la llevé muy bien con la representante de Panamá porque es una soñadora como yo.
—¿Cuáles serán sus responsabilidades como Reina Internacional del Café?
—Además de ser embajadora del café, debo trabajar en función de un proyecto de responsabilidad social. Quiero hacer campañas en función de las personas con alguna discapacidad especial. Dentro de poco debo volver a Colombia para presentar el proyecto, pero no quiero adelantar mucho.
—¿La mayor satisfacción que le deja el concurso?
—Traerme esa alegría a mi país. Además aprendí muchas cosas.
—¿Cuáles?
—Por lo menos las groserías, palabras que para nosotros son normales y allá tienen otro significado.
—Usted dice que el café colombiano es el mejor del mundo. ¿Qué lo diferencia del café venezolano?
—La calidad del café depende del amor que le pongan. En Colombia es muy bonito el proceso, al igual que en Venezuela.
—También considera que la policía colombiana es la mejor del mundo…
—Me gustó mucho como nos trataron. Infundan valores importantes y el respeto.
—¿Cuál es su sueño a largo plazo?
—Quiero ser una actriz como Sofía Vergara